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Un viejo conocido. Entrevista a Ángel Ávila Romero Integrante de la Dirigencia Nacional Extraordinaria del PRD

JD: ¿Cómo está de salud el prd? ¿Cuál es el diagnóstico?

AA: Andamos bien y de buenas. El PRD hoy está en una etapa de renovación, de madurez.

JD: ¿Se refunda o se refunde, agoniza?

AA: No, el PRD está saliendo de su crisis. Por supuesto que hubo crisis en el 2018, hay que reconocerlo; tuvimos una baja votación, tuvimos menos diputados en la Cámara. Hoy tenemos 11 diputados y eso es lo importante. La elección de 2018 no se va a volver a repetir en la historia, cada elección es distinta. Hoy nos estamos renovando. Hoy hay una nueva generación de jóvenes perredistas que estamos al frente del partido, que entendemos que la era de las tribus ya pasó, la era de las peleas internas ya pasó. Hoy salimos a buscar agendas políticas que les interesan a los ciudadanos en general o a algunos sectores en específico. Por ejemplo, el tema de la agenda verde, del desarrollo sustentable; el tema de la violencia e inseguridad que nos afecta a todos; el tema económico, la creación de empleos, etc. Esos son los temas o problemáticas que el PRD tiene que abordar; así lo marcan las encuestas. Otro aspecto es que estamos yendo por candidatos fuera del PRD, candidatos externos que aporten al partido. El año pasado las encuestas nos daban 3 por ciento, 2 por ciento de aceptación; hoy, hemos crecido.

JD: ¿Hoy qué les dicen esas encuestas?

AA: Que tenemos entre 8 y 10 por ciento con miras a crecer. Hoy mucha gente está decepcionada del gobierno de López Obrador y vuelve a los partidos originales. Al PRI le está pasando un fenómeno igual, hay que reconocerlo; muchos priistas que votaron por López Obrador hoy regresan a votar al PRI. Entonces, yo creo que los votos duros se van a estabilizar entre los partidos.

JD: Ese voto duro que viene de sus afiliados pero que, en la actualización de su padrón, se redujo en un 75 por ciento (datos del ine).

AA: Limpiar nuestro padrón electoral parece sencillo, pero de verdad no lo es. Hay que ver los pleitos que traen Morena y otros partidos. Nosotros limpiamos nuestro padrón con una aplicación que nos prestó el INE. En cuatro meses afiliamos un millón 400 mil personas; puede parecer muy poco cuando –teóricamente– los padrones de los otros partidos tenían cinco, seis millones; el propio PRD tenía cinco millones de militantes. La realidad es que esos padrones siempre se construyeron con copias de credencial de elector, no eran presenciales. Se inscribía al ciudadano, sin preguntarle, a través de programas sociales; alguien tenía las copias de la credencial, se subían al sistema del partido y el sistema del partido iba y le decía al órgano electoral: «este es mi padrón» y el órgano electoral lo aceptaba. Hoy el PRD es el único que no afilió así, los otros partidos, sí; por eso Morena tiene dos padrones: porque tiene dos estructuras diferentes. Nosotros le pedimos al INE que nos prestara una aplicación electrónica: a través del celular le tomas una foto a la persona, una foto a su credencial de elector y, aparte, tiene que firmar en el teléfono.

JD: De que acepta.

AA: No solo es de que acepta, sino que no está siendo afiliado indebidamente. Esos datos no van al partido sino al INE, que es quien valida la información. Aunque suene contradictorio, tener este padrón de más de un millón cuando hay partidos que tienen 200 o 300 mil afiliados, y haberlo obtenido de la forma en que lo hicimos, son muy buenas noticias para nosotros. Todo mundo decíamos que el PRD iba a desaparecer o estaba mal, la verdad. Pero no, aquí seguimos adelante, bien y de buenas.

JD: En esta dinámica de no tener momentáneamente un presidente nacional, pero que se representan por medio de una dirigencia nacional extraordinaria (integrada por cinco dirigentes con derecho a voz y voto y dos con derecho a voz, en total 7), ¿cómo es la dinámica? ¿Quién manda en el prd? ¿Cómo se ponen de acuerdo?

AA: Hoy hemos entendido que buena parte de nuestro descrédito fueron las peleas internas. Aprendimos, después de los golpes electorales que sufrimos en 2018, que debemos de generar el mayor consenso posible. Hoy, de las definiciones de nuestro órgano directivo nacional, el 97 por ciento se han tomado por unanimidad; entonces, eso implica mucho diálogo, mucha paciencia, mucha tolerancia y entender que en el partido todos suman, que todos somos indispensables. Ya no es como antes, como cuando teníamos un partido con el 30 por ciento de preferencias y se iba un militante o un dirigente y uno decía: «no, pues no pasa nada, se va y vienen otros». Hoy creo que hemos entendido eso.

JD: Dice que el PRD dejó atrás a las llamadas «tribus», pero –de alguna manera– esos grupos están representados en estas cinco o siete personas.

AA: Lo que hemos cambiado es la lógica tribal porque, tú bien lo dices, representamos equipos políticos, como los hay en todos los partidos. Esa lógica tribal del conflicto interno hemos logrado desterrarla y eso requiere inversión de tiempo. Y nos hemos logrado poner de acuerdo en cómo poder levantar al PRD.

JD: Se va a regresar nuevamente a la figura del presidente nacional del partido, de las secretarías, etc., ¿en qué momento de ese proceso están?

AA: Estamos en la última etapa. La elección interna nos la va a hacer el INE y probablemente sea a través de urnas electrónicas; ese es nuestro objetivo.

JD: Para evitar los conflictos cotidianos de cada elección interna del partido.

AA: En 2014, la última elección interna que hubo del PRD la organizó el INE y no hubo conflictos; se instalaron el 99 por ciento de las casillas. No son conflictivas las elecciones cuando las organiza el INE, lo que pasa es que son costosas.

JD: ¿En cuánto saldrá?

AA: Todavía no nos dicen bien. Son cuatro elecciones: congresistas nacionales, consejeros nacionales, consejeros estatales y consejeros municipales. Si se hiciera la elección de manera tradicional, con boletas impresas, saldría más caro; con la urna electrónica se reduce el costo, que es como la va a realizar el INE. Yo creo que nos puede salir en unos 40 millones de pesos la elección interna del partido; en 2006 nos salió en 125 millones de pesos. Estamos en la última etapa. Vamos a firmar el convenio con el INE el 25 de este mes (marzo) y, a partir de ahí, se establecen las fechas para que la elección sea probablemente a finales de junio. Pero ya estamos en pláticas, ya se depuró el padrón y estamos viendo las casillas, cómo se van a instalar, cuánto nos va a costar.

JD: En esta renovación quedó excluido el cambio de nombre del PRD y su transformación en Futuro 21, tengo entendido.

AA: Esa discusión ya se terminó.

JD: ¿No llegaron a un acuerdo con ellos?

AA: Se hicieron tres encuestas y las encuestas fueron muy claras: la marca que la gente conoce es PRD. Si cambiamos de nombre sería un suicidio político porque instaurar una nueva marca es muy complicado. La gran mayoría de los encuestados dijo: «México está bien con siete partidos, no queremos nuevos partidos; al PRD lo conocemos, hemos votado por él». A Futuro 21 lo conocía uno de cada mil y al PRD lo conocían 30 de cada 100. Es evidente que el vehículo de lucha tiene que seguir siendo el PRD. Una vez que los compañeros de Futuro 21 tuvieron conocimiento de los resultados platicamos con ellos para ver la posibilidad de que algunos de ellos puedan acercarse con nosotros.

JD: Algunos han dicho que definitivamente no se ven dentro del PRD.

AA: Sí, algunos que cuentan con muchísimos votos, millones de votos, razón por la cual también están buscando ser partido político. El PRD está abierto y le dará la bienvenida a los que quieran venir. Algunos de ellos tal vez busquen ser candidatos del PAN o de MC.

JD: En 2018 López Obrador, de la mano con Morena, ganó por un amplio margen la presidencia de la República y ahora tiene mayoría en ambas cámaras, no tiene contrapesos reales. Los partidos, al parecer, todavía no terminan de reponerse anímicamente de la derrota por lo que no parece haber un frente opositor real, están en crisis. ¿Qué opina?

AA: La crisis de los partidos tiene mucho tiempo, son crisis permanentes porque es un tema de representación política. El reto es que los ciudadanos vuelvan a creer en los partidos; finalmente, siempre es así, a veces un partido tiene la mayoría, a veces no. Lo que puede estar en crisis es el propio sistema democrático porque cuando ellos eran oposición peleaban porque el gobierno no interviniera en las elecciones, que no controlara los poderes, y hoy que son gobierno controlan el Poder Legislativo, el Poder Ejecutivo; hacen todo lo que dijeron que no iban a hacer. Creo que la crisis es del sistema democrático en general, incluidos los partidos. Morena hizo fraude a la Ley, es decir, la votación que obtuvo López Obrador no fue igual para sus diputados: Morena tuvo el 38 por ciento de los diputados y resulta que hoy tiene una representación política en la Cámara del 56 por ciento. Hubo un fraude a la Ley porque ellos participaron con candidatos propios en otros partidos y, una vez que ganaron, los jalaron a su bancada. Eso mete en crisis al sistema democrático que es el Poder Legislativo porque la voluntad ciudadana que se expresó en las urnas y que le dio a López Obrador un gobierno dividido, hoy se ha transformado, está desbordada. Tan lo mete en una crisis que hoy se toman decisiones que afectan de manera negativa a la sociedad. Ejemplo de ello es la Comisión Nacional de Derechos Humanos que tiene una comisionada que es empleada de la 4T, que no abre la boca para dar una sola recomendación al gobierno. Hay una grave crisis de salud, no hay medicamentos contra el cáncer y los niños están falleciendo.

JD: La percepción es distinta. La gente no lo ve o, mejor dicho, ni los ve; no se escuchan sus voces. ¿Cómo competir contra la exposición diaria de las mañaneras del presidente emanado de Morena? ¿Cómo es ser oposición en estas circunstancias?

AA: Es complicado y es natural que no se escuchen nuestras voces ya que, por ejemplo, en lo legislativo somos 11 de 500, pero aun así nos vemos. A pesar de todo, hay notas del prd; a pesar de todo, los diputados del PRD toman la tribuna. Hoy la gente está decepcionada de López Obrador, que empezó con 80 por ciento de aprobación y hoy tiene el 53 por ciento. La gente va a buscar una alternativa y es cuando nos va a voltear a ver si nosotros hablamos de lo que le interesa. No me preocupa mucho el tema de que tengamos 11 diputados o 3 senadores de 128, esa es nuestra realidad. A veces algunos analistas, intelectuales, dicen: «no se ve la oposición, dónde están», pero es que no nos dan los números. Nosotros somos oposición, lo repito, como lo éramos con los anteriores regímenes. Con el PRI, en los años 80, la oposición no creas que se veía mucho: éramos 25 diputados contra 500; eran (por decir un número) los 50 del PAN, 25 del PRD, más los otros legisladores de otros partidos y 400 del PRI. Y así hacía Salinas, como López Obrador, ni nos veía ni nos oía. López Obrador nunca se ha reunido con las dirigencias del PRD ni con las de otros partidos, en general. Jamás. Siempre está amenazando.

JD: ¿Qué diferencia hay entre ser oposición con el PRI, con el PAN y, ahora, con morena?

AA: Con el PRI y con Morena, ninguna. Estamos hablando de un partido de Estado donde las decisiones las toma un solo hombre. El presidente de la República toma las decisiones en su partido y toma las decisiones en el gobierno. Morena hoy es como aquel viejo PRI de los 70: «¿Qué hora es? La que usted diga señor presidente». Es como gobernaban López Portillo, Echeverría y Salinas. Hoy no hay gran diferencia. Nosotros tenemos que hacernos valer en los espacios de oposición que hay, en los medios de comunicación, por ejemplo. En los espacios legislativos nuestros parlamentarios suben a la tribuna y debaten con argumentos sobre temas de ecología, de medio ambiente, sobre el tema de la militarización, sobre seguridad pública, de la falta de crecimiento económico, del estancamiento, de la recesión y de cómo se pueden hacer las cosas de manera distinta, nada más que la aplanadora se impone. La izquierda es feminista: si hay un partido político que impulsó e impulsa los derechos políticos de las mujeres, es el PRD. Hoy López Obrador, que se dice de izquierda, ningunea al movimiento feminista. Quienes se decían de izquierda, y que en algún momento representaron a la izquierda cuando estuvieron en el PRD pero que ahora son gobierno con Morena, están haciendo exactamente todo lo que nosotros dijimos que no íbamos a hacer cuando fuéramos gobierno. Yo sostengo que Morena no es de izquierda ni López Obrador es de izquierda.

JD: ¿Qué es?

AA: De izquierda, no. Gobierna como de derecha, gobierna como conservador, toda la agenda que tenía el PRD hoy en el gobierno la han olvidado. Te puedo dar un sinfín de ejemplos de cómo no es un gobierno de izquierda. Un gobierno de izquierda es progresista, defiende el desarrollo sustentable; hoy tenemos un gobierno que es el que ha comprado más carbón en los últimos tres sexenios, no le interesa el desarrollo sustentable. Tenemos un gobierno que le ha quitado la mitad del presupuesto a la Secretaría del Medio Ambiente; tienes al gobierno que quiere construir el Tren Maya, que esconde un informe del conacyt donde establece que va a tener consecuencias muy graves, por lo menos para 10 reservas naturales que tiene el país.

JD: Sin fiarse del desgaste de la popularidad de quien encabeza la presidencia de la República, ¿cuál es la estrategia del PRD de cara al próximo proceso electoral de 2021? ¿Qué hacer para que la gente los voltee a ver?

AA: A la gente le interesa que no haya violencia, tener empleo. Si la gente no tiene un mejor empleo difícilmente va a cambiar su circunstancia por más «apoyitos» que le pueda dar el gobierno; si la gente no tiene seguridad, las madres de familia siempre van a estar preocupadas por sus hijos y sus hijas, por lo que les pueda pasar. Desgraciadamente el gobierno no va a resolver eso porque no tiene pies ni cabeza, ni estrategia ni soberanía. ¿Qué necesita hacer el prd? Proponer una agenda en esos temas, y lo estamos haciendo. Tenemos una campaña muy importante de amparos con el tema de las medicinas. Nuestra campaña se llama «Yo te defiendo», campaña nacional en defensa de la salud. Hemos puesto más de 25 amparos y hemos podido beneficiar a 150 familias. Nosotros demandamos al insabi, demandamos a los hospitales, a los institutos de salud porque ellos están obligados, según el artículo 4º constitucional, a otorgarle las medicinas necesarias a los mexicanos. Hemos logrado ganar en primera instancia y estamos desarrollando nuestras temáticas para ganar los amparos definitivos. Te puedo asegurar que vamos a ganar el primer amparo definitivo en la Ciudad de México para que los niños con cáncer reciban los medicamentos que necesitan de manera inmediata so pena de sanciones administrativas y luego penales. Con esta campaña la gente nos está empezando a voltear a ver y dice: «el PRD sí está haciendo cosas por la gente». Hicimos una gran movilización de más de cinco mil personas en Veracruz porque es el segundo lugar en feminicidios y el primer lugar en secuestro y extorsión, y hoy, con Cuitláhuac García, Veracruz se ha ido al caño en materia de combate a la inseguridad y a la violencia. Es donde te digo que la gente empieza a valorar los gobiernos del PRD.

JD: ¿En lo electoral?

AA: Tenemos que ir con los compañeros del PRD y preguntarles quién quiere ser candidato; también invitar a candidatos externos que puedan ser mejores candidatos que los que tenemos al interior del PRD. Siempre lo ha hecho, pero creo que hoy tendrá un mayor caudal de candidaturas externas, tal vez de otros partidos, tal vez de otras fuerzas.

JD: Una de las críticas al PRD es que ponen de candidatos a quienes abandonan su partido, generalmente priistas, que no fueron beneficiados al interior de su partido con una candidatura. Creo que lo seguirán haciendo.

AA: Morena, para poder ganar, agarró de todo; agarró hasta de la ultraderecha con el partido evangélico PES. A nosotros nos criticaron por nuestra alianza con el pan: la centro-izquierda con el centro-derecha. Los partidos políticos no son monolíticos, hay gente respetable en todos. También habrá espacios para personajes de la sociedad civil. El PRD tiene que ir por esos dirigentes sociales a ofrecerles un espacio en el partido y decirles: «tu voz, tu lucha, puede ser amplificada desde los órganos del Estado, desde las cámaras». No es lo mismo ir a una manifestación o a una marcha que estar presente cuando se distribuye el presupuesto en temas de recursos naturales. Creo que podemos lograr armar una gran alianza y que el PRD tendrá a muchas organizaciones ciudadanas representadas en candidatas o candidatos y el PRD va a servir para lo que fue creado: como un instrumento social para que esas luchas tengan una expresión política en los espacios del Estado.

JD: Ya que toca el tema de la alianza prd-pan, respecto a su política de alianzas tengo entendido que irán solos. ¿Les dejó muy mala experiencia la realizada en 2018?

AA: La alianza del 2018 afectó porque no supimos explicar lo que era un gobierno de coalición; afectó que la pgr investigara por corrupción a nuestro candidato y que, después de la elección, la propia pgr dijera: «usted disculpe, no hay nada», pero mientras, ya se había dado un golpe mortal a la campaña. Las alianzas pan-prd funcionaron bien en contra del PRI en varios estados, pero lo que hoy le está demandando la sociedad al PRD es que debe de tener identidad propia y no optar, como un primer recurso, por hacer coaliciones electorales. En 2020 vamos a ir solos en la mayoría de las elecciones que podamos y esa es nuestra convicción.

JD: En junio de este año habrá elecciones en Coahuila e Hidalgo, ¿cuál es el plan en ese rubro?

AA: En Coahuila vamos solos y, en Hidalgo, vamos en candidatura común con el PAN en 16 de 84 municipios.

JD: Estamos en espera de saber qué organizaciones van a obtener su registro como partidos políticos por parte del INE, mismos que competirán por primera vez en el proceso electoral de 2021 y no podrán coaligarse. ¿Hay alguna estrategia para enfrentar a los nuevos liderazgos que puedan surgir?

AA: Aquí la clave está en que el PRD pueda hacer estas alianzas sociales, como te he dicho. Y, la otra, que pueda tener la generosidad y la capacidad de ir a buscar personajes rescatables de esas organizaciones que no van a lograr ser partidos. Respecto a la crisis de los partidos, de la que hablamos hace rato, una de sus manifestaciones más claras de que sí la hay, es que el INE recibió casi 100 peticiones de ciudadanos organizados que querían ser partido político; es decir, 100 organizaciones ciudadanas, grandes, chicas, como sea, pero que no se ven representadas en los partidos que existen. Eso quiere decir que el sistema partidista no está representando adecuadamente a una parte de la sociedad.

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Jaqueline De la O

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