Auf Wiedersehen
El pasado 26 de septiembre, Alemania (el país más poblado –83.2 millones de habitantes– y más rico de la Unión Europea), llevó a cabo las elecciones más importantes de su historia, ya que supondrán un cambio en la esfera política no solo del país, sino de toda Europa y del mundo.
Después de dieciséis años en el poder (es decir, luego de cuatro mandatos continuos), Angela Merkel decidió no contender en las elecciones federales de este año; no obstante, seguirá en el cargo hasta que se conforme el nuevo gobierno. Cabe mencionar que no existe un límite de tiempo para que eso ocurra, así que por ahora, la Canciller Merkel seguirá atendiendo todas las funciones que le corresponden.
La persona que sucederá a Merkel será elegida (en secreto) por el nuevo Bundestag (Parlamento), a propuesta del presidente alemán.1 La primera reunión deberá tener lugar, a más tardar, treinta días después de las elecciones; sin embargo, se trata de una negociación que podría tomar varios días o incluso semanas y estará encabezada por el principal candidato del partido que recibió la mayor cantidad de votos durante las elecciones. El reto en esa negociación es garantizar la pluralidad y representación de todos los partidos que hayan contendido en las elecciones. Aquí es donde aparecerán o se fortalecerán las coaliciones. Se prevén hasta tres votaciones para elegir a la persona que sucederá a Merkel.
Hace cuatro años, tardaron alrededor de seis meses para definir al nuevo gobierno; pero en promedio, en las últimas décadas, ese nombramiento ha ocurrido entre cinco y seis semanas posteriores a la jornada electoral.
Campaña electoral
Si bien la ley electoral alemana no establece cuándo inicia la campaña electoral, sí señala que debe terminar el viernes previo a la jornada electoral (en esta ocasión fue el 24 de septiembre).
Un elemento diferente a lo que ocurrió en la elección de hace cuatro años, es el uso de las redes sociales para llevar a cabo la campaña. A diferencia de aquel proceso electoral, cuando muchas de las personas candidatas no contaban con perfiles en las diversas plataformas digitales, este año se observó una mayor atención a ese canal; incluso algunas de ellas se aventuraron a utilizar TikTok, mientras que otras prefirieron seguir usando las redes más “clásicas” como lo son Facebook, Instagram y YouTube, para llegar al electorado más joven (el partido que más esfuerzos puso a transmitir sus mensajes por redes sociales fue Alternativa para Alemania). Sin embargo, definitivamente, ésta no fue la vía de mayor importancia para que los partidos transmitieran sus mensajes, ya que consideran que el público objetivo de sus campañas se concentró en las personas mayores de 50 años y no en las personas más jóvenes.
Los tres principales temas en los que estuvieron enfocadas las campañas fueron: la igualdad social (muy enfocado a la reactivación económica), la emergencia climática (este tema se intensificó especialmente a partir de las inundaciones registradas en julio de este año en Alemania) y la gestión de la crisis sanitaria desencadenada por el coronavirus. Otro tema que también estuvo presente en los debates fue la situación de los miles de refugiados en Alemania, que llegaron al país durante la gestión de Merkel.
Las candidaturas de los principales partidos políticos pueden observarse en la Tabla 1.
No obstante, para la presente elección, cuarenta partidos políticos presentaron listas para la contienda federal; lo cual se tradujo en un total de 6211 candidaturas, de las cuales, únicamente 33% eran mujeres.
Jornada electoral y sistema electoral
De acuerdo con el Consejo Federal de Elecciones de Alemania, poco más de 61 millones de personas estaban habilitadas para votar este año; de las cuales, 76.6% (46.8 millones) decidieron acudir a la cita con las urnas. Es decir, la participación electoral fue muy similar a la de hace cuatro años (76.2%), lo cual podría considerarse una participación alta, a pesar de tratarse de un país donde el voto es voluntario.
La votación se realizó por las vías que la ley electoral alemana contempla: de manera presencial el día de la jornada en las casillas electorales, y a distancia por medio del voto postal previo a la jornada (aplica tanto dentro como fuera del país, y no se requiere dar alguna explicación para solicitar la participación bajo esta modalidad).
Para entender un poco mejor el complejo sistema electoral de Alemania, primero hay que recordar que se trata de una democracia representativa y que el Parlamento se elige por el principio de representación proporcional personalizada. Como ocurre desde 1953, cada persona ciudadana tiene dos votos: el primer voto se utiliza para elegir a las y los candidatos de distrito en cada una de las circunscripciones uninominales en que se divide el país (son electos de manera directa, gana la candidatura más votada en cada una de ellas y tiene garantizado un asiento en el Parlamento, independientemente del resultado de su partido a nivel nacional); mientras que con el segundo voto se vota una lista nacional cerrada que los partidos hayan propuesto para cada uno de los dieciséis estados federados. Todas las personas habilitadas para votar emiten ambos votos en una sola papeleta.
Desde 2002, el Bundestag alemán tiene, por lo menos, 598 curules (mínimo oficial); de los cuales, la mitad (299) son asignados a las candidaturas que obtengan mayoría simple en los 299 distritos electorales en los que se divide el país (primer voto). Mientras que la otra mitad de los asientos se asigna a la votación por las listas nacionales (segundo voto). Este segundo voto es el más importante, ya que es el que determina la proporcionalidad que tendrá el nuevo Parlamento; es decir, si un partido obtiene 25% de votos a nivel nacional, le corresponderá un número de asientos igual a ese porcentaje.
El número de curules en el Bundestag puede variar, ya que el sistema electoral alemán considera diversos mecanismos de compensación para mantener la proporcionalidad en el reparto de escaños. Para que un partido pueda acceder a ese reparto proporcional de escaños, debe haber ganado en al menos tres distritos electorales, o haber conseguido al menos 5% del voto nacional.
Resultados electorales
El nuevo Bundestag contará con 735 miembros (es decir, 26 más de los que había en 2017, y 132 más que los que hubo en 2002) y será muy diverso en todos los sentidos. Específicamente si se habla de origen migratorio, Alemania contará con ochenta y tres personas representantes de origen migratorio, es decir, o ellas mismas o alguno de sus padres no tiene nacionalidad alemana por nacimiento. Asimismo, dentro de los elementos a destacar de la diversidad, por primera vez en la historia de Alemania habrá dos mujeres transgénero legislando (ambas candidatas de Los Verdes).
Como ya se mencionó anteriormente, los miembros del Parlamento tienen la gran tarea de elegir a la nueva o nuevo canciller. Para ello, la persona ganadora debe obtener la mayoría absoluta de la votación que se lleve a cabo en el seno del Parlamento. Si no lo lograra, se tendrá que votar a otra u otro candidato, quien tendrá catorce días para lograr los apoyos. Si después de este período no se lograra la mayoría absoluta, se pasaría a una votación por mayoría simple. Los resultados electorales pueden observarse en la Tabla 2.
Como ocurre en cada elección, seguramente aparecerán algunas coaliciones entre algunos de los partidos grandes, con los pequeños. Por ejemplo, hace cuatro años se conformó la llamada “Coalición Jamaica”, que incluyó al CDU-CSU (negro), a Los Verdes y liberales (amarillo).
Sin embargo, este año, la alianza que podría avanzar en las negociaciones es la llamada “Coalición Semáforo”, que incluiría al SPD (rojo), a los liberales del FDP (amarillo) y a Los Verdes.
Otras coaliciones que son menos probables son:
- Kenia (SPD + Los Verdes + CDU)
- Alemania (SPD + CDU + FDP)
- Gran Coalición (SDP + CDU)
De ser elegido como sucesor de Angela Merkel, el candidato del SPD y actual ministro de Hacienda y vicecanciller, Olaf Scholz (sesenta y dos años), deberá concentrar sus energías en al menos tres temas centrales: seguridad social, economía y empleo, y medio ambiente. Asimismo, como primeras encomiendas de impacto mundial, hay que mencionar que Alemania ostentará la presidencia del G7 en 2022.
Por su parte, tras la histórica derrota, el CDU ha anunciado que en los próximos meses renovará por completo su cúpula; al mismo tiempo que su secretario general, Armin Laschet, se ha mostrado dispuesto a dejar ese cargo y apoyar el proceso de renovación de su partido. Todo esto como resultado de las fuertes críticas que llegaron desde diferentes frentes.
Apuntes finales
Sin duda los últimos meses de la era Merkel han estado marcados por los retos desencadenados por la pandemia del coronavirus; sin embargo, éste no ha sido el único reto que Merkel tuvo que enfrentar durante sus cuatro mandatos. Solo por hacer un recuento rápido, se podrían mencionar otras dos crisis: por un lado, la crisis financiera que comenzó en 2007 y que puso en riesgo la estabilidad económica no solo de Alemania, sino de toda Europa (el manejo de esa crisis la llevó a enfrentarse fuertemente no solo con otras bancadas en el Parlamento, sino también con otros miembros de su partido); y, por el otro, la llegada de cientos de miles de refugiados (especialmente procedentes de Siria que buscaban asilo en Alemania, escapando de la guerra civil en su país) en 2015.
A partir de ahora, la foto oficial en cumbres internacionales como el G7 o el G20 no volverá a ser la misma. Nuevamente la presencia femenina estará ausente en esa “liga” de líderes mundiales. Cabe mencionar que, desde 2005, Merkel ha tratado con cuatro presidentes estadounidenses, con cuatro franceses, con cinco primeros ministros británicos y ocho italianos, así como con tres presidentes de gobierno españoles.
Pase lo que pase en las próximas semanas, Angela Dorothea Merkel, de sesenta y siete años, siempre será recordada como la primera mujer en haber sido canciller de Alemania. Ahora podrá seguir disfrutando de lo que más le gusta hacer: salir a caminar por los parques de Berlín, leer libros de historia o novelas rusas, y asistir a festivales de música clásica.
Si las negociaciones para designar al nuevo canciller se extienden más allá del 17 de diciembre, Merkel superaría a Helmut Kohl, quien fuese su mentor, como el canciller con más años de servicio.
Así, la era Merkel llega a su fin para dar paso a un nuevo capítulo en la historia de Alemania2.
1. Frank-Walter Steinmeier es el presidente de Alemania desde 2017 y hasta 2022; fue ministro de Asuntos Exteriores (2005-2009 y 2013-2017) y vicecanciller (2007-2009). Es militante del SPD. En 2009, fue candidato a la Cancillería, pero obtuvo los peores resultados para su partido desde 1949. Cabe mencionar que el jefe de Estado de Alemania tiene poco poder político; tiene más bien funciones protocolarias y de representación tanto dentro como fuera del país; asimismo, se encarga de nombrar a los miembros del gobierno, a los jueces y a los altos funcionarios, entre otras funciones.