¿Cuál es la polarización que nos preocupa en México?
En el contexto electoral mexicano, la polarización que se alimenta de discrepancias ideológicas, desigualdades socioeconómicas y debates tóxicos en medios y redes sociales, ha impedido que se den discusiones significativas y ha avivado las tensiones entre grupos sociales y políticos encargados de lograr consensos urgentes para el país. Conocer y abordar estratégicamente la polarización que prevalece en México es una precondición para desarrollar salidas reales a la situación de violencia y construir narrativas e imaginarios de paz.
El domingo 2 de junio del 2024 se realizarán las elecciones más grandes de la historia de México. Con más de veintidós mil cargos a elegir tanto a nivel federal como local, se perfila como un proceso electoral lleno de desafíos institucionales y de participación. No será fácil superar la polarización que se manifiesta en el discurso de odio y tensión entre los frentes partidistas, y que viene afectando el interés de la ciudadanía.
Cuando la polarización se convierte en un obstáculo para solucionar conflictos y avanzar, decimos que estamos ante un hiperproblema. Es decir, un asunto cuya falta de atención exacerba o hace más difícil resolver otros problemas. Aunque su efecto pudiese parecer discreto y progresivo, la polarización amenaza normas y pilares sociales fundamentales, desde el ideal de la tolerancia hasta la eficacia de políticas públicas, la legislación, la viabilidad de una convivencia armónica y la preservación de libertades esenciales.
El inconveniente es que usualmente partimos de entendimientos distintos y en ocasiones contrarios de lo que significa la polarización. Por eso, un primer paso crucial hacia discusiones más estructuradas que lleven a propuestas y soluciones reales, es trabajar sobre un consenso mínimo en torno a su definición y los elementos que son necesarios para aproximarse a este fenómeno.
El Instituto para las Transiciones Integrales (IFIT, por sus siglas en inglés) y la Fundación Ford, a través de la Iniciativa Global de Polarización, se han dado a la tarea de descifrar las complejidades de la polarización que afecta tanto a las democracias como a los regímenes no democráticos en todo el mundo. Sumando múltiples voces de personas expertas en el tema, esta iniciativa propone nuevas percepciones para manejar las divisiones sociales, la violencia y la justicia social.
La relación entre elecciones y polarización se ha vuelto especialmente crítica puesto que puede exacerbar las diferencias entre grupos, radicalizar ideologías y generar división social profunda, afectando el tejido democrático y la gobernabilidad del país. Según el Índice de Paz México 2023, la polarización política se ha convertido en un tema de creciente preocupación, entre otras razones, por la naturaleza conflictiva y violenta de las últimas elecciones, y el constante y creciente enfrentamiento entre autoridades locales y federales y medios de comunicación, confrontaciones más profundas y divisivas.
El lenguaje, la retórica y la narrativa que son empleados por liderazgos políticos, analistas, y hasta la misma ciudadanía en redes sociales han contribuido también a esa percepción de división.
Definiendo: ¿qué es polarización?
A partir del documento Principios Básicos: La necesidad de un mayor consenso sobre los fundamentos de la polarización, IFIT propone la siguiente definición:
Polarización: una división o conflicto destacado que se forma entre grandes bloques de una sociedad o sistema político y que se caracteriza por el agrupamiento y la radicalización de visiones y creencias en dos polos distantes y antagónicos.
Es cierto que comprender este fenómeno requiere una evaluación contextual detallada, evitando simplificaciones y reconociendo la interacción entre diversos actores, tanto internos como externos. Sin embargo, a través de una investigación del IFIT, se ha detectado un espectro general de soluciones para prevenir y combatir la polarización que se enmarque en tres categorías: 1) Esfuerzos de acercamiento y diálogo, 2) Intervenciones sobre hechos y narrativas y 3) Reformas estructurales.
Ante la interrogante sobre la implementación de un enfoque que aborde la situación de violencia y la necesidad de construir narrativas e imaginarios de paz en México, un ejemplo puede ser la manera como el Grupo de Apoyo para la Construcción de Paz (GAPMX), del IFIT, ha abordado estas problemáticas desde su perspectiva de tender puentes entre sectores, promover conversaciones y revisar las narrativas presentes.
El GAPMX se propuso documentar distintos esfuerzos de acercamiento, diálogo y construcción de paz mediante la creación de un Banco de experiencias, y trabajar sobre narrativas en temas de militarización o aproximaciones a la negociación con el crimen organizado, entre otras acciones. Todos temas altamente polarizantes y que impiden que prosperen narrativas o acciones de pacificación por encima de las de seguridad o violencia.
Las soluciones y estrategias, en las categorías que enmarcan este enfoque tridimensional, servirían para mirar, además, procesos que pueden llegar a tener incidencia sobre el debate electoral y deberían discutirse a profundidad. Es el caso de la política criminal y de seguridad del próximo gobierno, el relacionamiento entre los gobiernos y los medios de comunicación así como la sociedad civil, la relación con Estados Unidos en torno a temas comerciales y migratorios, la incorporación de las demandas de movimientos feministas, el reconocimiento y la gestión para la búsqueda de personas desaparecidas, y las discusiones sobre reformas estructurales pendientes –entre ellas la electoral y la judicial–, entre otras.
Para abordar adecuadamente estas soluciones no basta con alcanzar un consenso sobre la existencia de una marcada polarización en México. Se necesita detallar cuáles son las características de la polarización ante la que el país se enfrenta y en qué nivel esto puede convertirse en un hiperproblema. ¿Es un tema permanente o que se exacerba en temporada electoral?; ¿Cuáles son los aspectos más negativos de esta polarización?; ¿Cuál es el umbral a partir del cuál la polarización es excesiva para el país?; ¿Cuáles son los distintos polos que están involucrados en la polarización en México actualmente?; y ¿Cuál es la escala del problema?
En México este fenómeno no es uniforme para todo el país ni se manifiesta igualmente en todos los sectores o regiones. La intensidad, características y alcance de esta polarización varían y son sujetos a interpretación y análisis.
Desde el IFIT sugerimos un análisis detallado de estas ambigüedades con el objetivo de conocer mejor el problema, de tal manera que las conclusiones puedan reflejar la riqueza y la diversidad del espíritu mexicano y sirvan para trazar un camino más incluyente.
Por lo tanto, ofrecemos nuestra propuesta de principios básicos junto con una invitación a fomentar debates públicos, académicos y políticos sobre estas definiciones y sobre las estrategias y soluciones más adecuadas que requiere el actual contexto electoral mexicano.