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Elecciones municipales y autonómicas en España

El pasado 28 de mayo de 2023 se celebraron simultáneamente en España, por un lado, elecciones autonómicas en doce Comunidades Autónomas (CCAA) para renovar sus parlamentos que investirán a un presidente de gobierno autonómico, y por otro, elecciones municipales para elegir a 8131 alcaldes, 67 152 concejales, 97 alcaldes en concejo abierto, 157 consejeros de cabildos insulares, veinte miembros de la Asamblea de Ceuta y veinte de Melilla. 

Los comicios autonómicos son decisivos para la gobernanza del país. Las CCAA conforman un modo específico de Estado, fuertemente descentralizado en el que las administraciones autonómicas poseen amplias competencias político-administrativas dentro de su territorio. Este diseño territorial de gestión obliga a una cooperación constante entre el gobierno nacional y los autonómicos. España se articula territorialmente en diecisiete comunidades autónomas y dos ciudades autónomas (Ceuta y Melilla situadas geográficamente al norte de Marruecos). Los parlamentos autonómicos son unicamerales y han copiado el funcionamiento, el sistema electoral y la estructura del Congreso de los Diputados. 

El sistema electoral vigente es el Sistema D’Hondt, con un umbral electoral que se establece en cada autonomía. La mayoría de ellas estipulan un umbral de un 3 % de los votos válidos emitidos en cada circunscripción (normalmente, los distritos electorales coinciden con las circunscripciones provinciales) o de un 5 % si la autonomía es uniprovincial y no se divide en distritos electorales (con la excepción de dos comunidades uniprovinciales, Murcia y Asturias, que se dividieron en cinco y cuatro distritos respectivamente y de las autonomías insulares, Canarias y Baleares, que circunscriben los distritos a cada una de sus islas). La comunidad valenciana es una excepcionalidad a la norma, puesto que estipula un umbral del 5 % al conjunto del territorio autonómico. 

En lo referente a las elecciones municipales, estas se realizan al mismo tiempo en los 8131 municipios españoles, siendo el municipio la circunscripción. El número de concejales o ediles se elige por la fórmula electoral D’Hondt, con listas cerradas y bloqueadas y con un umbral electoral del 5 % de los votos válidos emitidos. El número de concejales se determina en función del tamaño de la población, salvo en los noventa y siete municipios que funcionan en régimen de concejo abierto, en los que se elige al alcalde o alcaldesa por mayoría (concejo abierto es aquel en el que se elige a un alcalde que gobierna junto con una asamblea vecinal de la que forman parte todos los electores). 

En cuanto al sistema de partidos, este está articulado en torno a los dos partidos nacionales mayoritarios, abanderados del bipartidismo tradicional vigente hasta 2015, por un lado, el socialdemócrata, Partido Socialista Obrero Español (PSOE) liderado por el presidente de Gobierno Pedro Sánchez y por otro, el democratacristiano, Partido Popular (PP), liderado por Alberto Núñez Feijóo. A partir de 2015 surgen nuevas fuerzas políticas como la coalición de izquierda Unidas Podemos (UP), el partido liberal Ciudadanos, y el ultraconservador Vox. A ellos hay que añadir formaciones políticas de corte regionalista e incluso independentista, como el Partido Nacionalista Vasco (PNV) o la plataforma electoral Teruel Existe, por citar alguno. Si bien, para poder entender qué está en juego en los numerosos comicios convocados este año, hay que destacar que el actual gobierno español es una coalición estable para toda la legislatura iniciada en enero de 2020 entre PSOE y UP. Esta coalición ha sido muy cuestionada desde su formación y esto puede suponer un coste electoral para los socios.  

La campaña electoral ha estado marcada por un discurso en clave nacional en el que los líderes de los principales partidos marcaron las pautas, haciendo de estos comicios una antesala de las elecciones generales. Existen numerosas razones que explican la importancia de estos comicios y su dimensión nacional. Por un lado, la consideración de la cita electoral como un plebiscito a la gestión del gobierno. El reto de estos comicios residía en evidenciar si la coalición de gobierno contaba con el aval social y por lo tanto electoral a su gestión. De hecho, a pesar del buen estado de la economía (un crecimiento del 5.5% en 2022, una previsión de crecimiento de más del 2% para el 2023 según la OCDE, o la inflación más baja de la Eurozona, entre otros indicadores) las críticas al gobierno han sido constantes. El aspecto más problemático de su gestión ha sido la aprobación de proyectos legislativos como la Ley 4/2023 para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI, o la Ley Orgánica 10/2022 de garantía integral de la libertad sexual, conocida como la “Ley del sólo sí es sí”, que han suscitado numerosas críticas incluso entre sus electores y en el seno de sus formaciones políticas.

Otra de las razones que explica este debate en términos de política nacional se deriva del rápido proceso de polarización ideológica que está experimentando el país. El alcance del resultado de estos dos comicios dilucidaría la constitución de los bloques ideológicos dispuestos a formar las mayorías de gobierno en las futuras elecciones generales. 

Si analizamos los resultados de estos comicios teniendo en cuenta los dos aspectos fundamentales para entender la campaña, observamos que la coalición gubernamental no ha conseguido el apoyo electoral esperado. El PSOE ha perdido en torno a 400 000 votos, aunque esto sólo supone un punto con respecto a las elecciones de 2019. Pero la clave no está en los resultados del PSOE, sino en las fuerzas políticas a su izquierda y en concreto en su socio en el gobierno, Unidas Podemos. Este es el que ha pagado un verdadero coste electoral, al perder más de un millón de votos y quedarse sin los representantes que tenía en la comunidad valenciana o en Madrid, al no alcanzar el umbral mínimo del 5 %. El intento de convertir estas elecciones en un plebiscito al Ejecutivo ha dejado en evidencia la debilidad de los socios y ha traído como consecuencia la casi desaparición de UP. Los resultados electorales muestran que, a pesar de la buena situación económica, otros factores han pesado más a la hora de definir el apoyo electoral. Así se observa que los electores han castigado principalmente a up que fue el partido que impulsó y abanderó los proyectos legislativos más controvertidos. La debacle de up debilita al bloque progresista de centro-izquierda que suma el 34 % de los votos.  

En el reverso de la moneda, la figura de Núñez Feijóo ha salido fortalecida como nuevo líder del pp de cara a las próximas elecciones generales. Estos comicios han constituido una prueba de fuego para él, puesto que se estrenaba como líder del partido. Para salir airoso, necesitaba el respaldo electoral que afianzara su posición frente a su propio electorado a nivel nacional y frente a los otros líderes fuertes del partido, como la presidenta de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. De hecho, los datos muestran que el claro vencedor ha sido el bloque de centro-derecha con un 40 % de votos. El PP ha sido el ganador de las elecciones tanto municipales como autonómicas, aumentando en más de dos millones de votos sus resultados de 2019, es decir más de diez puntos. Junto a él, Vox. El partido de extrema derecha ha duplicado su caudal electoral, mientras que Ciudadanos prácticamente ha desaparecido y no concurrirá a las próximas elecciones. 

El resultado del 28 de mayo se puede explicar por la subida del PP, la caída de Unidas Podemos y la desaparición de Ciudadanos (que ha cedido su caudal electoral principalmente al PP y Vox). En términos factuales, esto se traduce en que el bloque de centro-derecha gobernará en la mayoría de las ciudades y CCAA españolas, aunque la relación de fuerzas es muy ajustada. Esto se puede observar en el resultado de la comunidad autónoma de Extremadura, donde tanto PP como PSOE han conseguido veintiocho diputados cada uno, y donde la clave está en el apoyo de Vox que constituye la tercera fuerza más votada con cinco representantes (de un total de sesenta y cinco escaños). De momento nada está decidido en el conjunto del país, porque la victoria por mayoría simple obligará a negociar acuerdos que pueden dar sorpresas en las formaciones gubernamentales. 

El partido más votado puede que no gobierne si no consigue el apoyo de otras fuerzas minoritarias. Este es el caso de las Islas Canarias, donde el PSOE ha sido el partido ganador, pero donde gobernará el PP al formar coalición con el partido regionalista, Coalición Canaria. Esto muestra el complicado mapa político que se está configurando en España, donde los bloques ideológicos y los socios políticos que los integran serán claves tanto en estas elecciones locales y autonómicas, como en las próximas elecciones nacionales. En este sentido, las coaliciones y apoyos que se establezcan tras estos comicios de mayo permitirán entrever el comportamiento de los diferentes partidos políticos para formar mayorías futuras, definiendo quién configura los bloques en torno a los dos partidos principales y también cuál será su corte ideológico. 

De hecho, si nos remitimos al resultado postelectoral, el PP puede gobernar con la ayuda de Vox en aquellas comunidades autónomas en las que ha sido mayoría (Aragón, Baleares, Cantabria y la comunidad Valencia) o en aquellas en las que, aunque no sea la lista más votada, la suma del bloque de centro-izquierda sea insuficiente para gobernar (Extremadura). A esto hay que añadir las mayorías absolutas de las CCAA de La Rioja y Madrid. Quedaría así constituido el bloque de centro-derecha con PP y Vox como principales socios. 

Por su parte el PSOE gobernará con mayoría absoluta en Castilla-La Mancha y Asturias, y ha perdido el gobierno de la comunidad valenciana debido a que UP no ha conseguido alcanzar el umbral mínimo y se ha quedado sin representación. A esto hay que añadir que el PP gobernará en treinta de las cincuenta y dos capitales de provincia, entre ellas algunas tan importantes como Madrid, donde ha conseguido mayoría absoluta; Valencia, con el apoyo de Vox que se está negociando, o Sevilla. 

Se puede afirmar que lo más relevante de estos resultados es que Vox se ha convertido en la tercera fuerza nacional y en el elemento clave del contexto político actual. Este partido ultranacionalista crece en todas las CCAA (menos en Madrid), y tiene la llave de la mayoría de los gobiernos del PP. Su apoyo es decisivo y sus líderes ya han expresado su deseo de negociar a cambio de entrar en los gobiernos, como ya ocurre en Castilla y León donde gobiernan en coalición con el pp desde febrero de 2022. 

Como consecuencia de estos resultados y la debacle del gobierno de coalición, el presidente Pedro Sánchez convocó a elecciones generales anticipadas para el 23 de julio de 2023 (inicialmente previstas para diciembre de 2023). Tras el anuncio en rueda de prensa del adelanto electoral, al día siguiente de los comicios locales y autonómicos, el 30 de mayo se publicó la disolución de las Cortes y la convocatoria oficial de elecciones en el Boletín Oficial del Estado (BOE) iniciando formalmente el período electoral. España es un sistema parlamentario en el que en las elecciones generales se renuevan las dos cámaras legislativas. Una vez configurada la nueva Cámara de Diputados, sus miembros elegirán al próximo presidente del gobierno. 

El calendario electoral es muy ajustado porque los partidos tienen hasta el 9 de junio para inscribirse y hasta el 19 del mismo mes para presentar en las juntas electorales provinciales sus candidaturas al Congreso y al Senado. Tras su publicación en el boe el 21 de junio, se abre un período para modificarlas, que finalizará con la publicación definitiva de las listas el 29 de junio. El 7 de julio se inicia oficialmente la campaña electoral, que terminará el 21 del mismo mes puesto que el día previo a las elecciones, el sábado 22, es la “jornada de reflexión” y la ley electoral prohíbe hacer campaña. Tras el proceso electoral, el 17 de agosto se constituirán las Cortes y tomarán posesión de sus puestos los legisladores elegidos. Finalmente, cinco días después se constituirán los grupos parlamentarios y se pondrá fecha a la ronda de consultas con el Rey Felipe VI, para que escuche a los líderes políticos y encargue formar gobierno al que tenga mayoría de apoyos en la Cámara de Diputados. 

Esta convocatoria anticipada tiene implicaciones determinantes para el tablero político puesto que los partidos están reconfigurándose tras las últimas elecciones. Los resultados de los últimos comicios han hecho evidente la dificultad de conseguir mayorías suficientes para que los dos partidos mayoritarios puedan gobernar en solitario. Actualmente se están conformando los gobiernos locales y autonómicos, y en la mayoría de ellos el PP tiene que buscar un socio, que salvo en excepciones como en la comunidad canaria, es Vox. La campaña electoral va a coincidir con estas negociaciones e inevitablemente va a influir en los términos de los acuerdos. Todos los partidos implicados en las negociaciones, así como la oposición, van a utilizar estas alianzas para intentar desgastar al adversario y rentabilizar el posible malestar de los electores. 

Por otro lado, el debilitamiento de UP obliga a una reorganización de las fuerzas a la izquierda del PSOE para concurrir a las elecciones de finales de julio. Desde hace algunos meses Yolanda Díaz (UP), actual vicepresidenta segunda del gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, está inmersa en la creación de una nueva confluencia política, al margen de UP, denominada Sumar, para presentarse a las elecciones en diciembre de 2023. La convocatoria de elecciones a finales de julio ha trastocado el calendario que se había marcado y ha precipitado la concreción del proyecto. Los días previos al registro de la formación y la elaboración de las listas electorales, han sido una búsqueda contrarreloj de alianzas con otros partidos y formaciones con un anclaje local y regional sólido, que subsanen la falta de estructura interna de la nueva fuerza política. 

Tras arduas negociaciones, los principales partidos y plataformas de la izquierda ideológica, incluida UP, han integrado las filas de esta nueva formación en un intento de reconstruir un socio válido para el PSOE. Se reorganizaría así el bloque de centro-izquierda con Sumar como principal aliado del PSOE.  

Por lo tanto, los resultados de estas elecciones autonómicas y municipales han definido el espectro ideológico de los bloques y los partidos que lo conforman, modificando completamente la relación de fuerzas políticas en España. Tras las elecciones generales del 23 de julio, la victoria del PP o del PSOE estará supeditada a los resultados de las fuerzas minoritarias con las que podrían alinearse para formar gobierno y dependerá del número de escaños global de los bloques ideológicos.

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María Elisa Alonso

Doctora en Ciencias Políticas por la Universidad de la Lorena (Francia). Red de politólogas @RedPolitologas

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