¿Qué observar en una elección de gran trascendencia para el país como lo es la del estado de México? Las elecciones forman parte de la democracia, la cual, de acuerdo con la definición de Giovanni Sartori, tiene dos grandes núcleos que la conforman: el pueblo y el poder, ese poder que el pueblo soberano tiene para determinar quiénes ocuparán esos espacios de representación popular por medio de comicios organizados por instituciones creadas y facultadas para ello; atendiendo a la definición de democracia que los americanos utilizan, más liberal y ligada siempre a las instituciones –a diferencia de la comunidad europea que la observa desde un punto de vista más societal–. 

Se discute mucho desde hace lustros sobre la democracia como la mejor forma de gobierno creada por la humanidad por no encontrar otra forma de gobierno que permita tener elementos como los que forman parte de ésta y del Estado de derecho en el que se sustenta, tales como el respeto y garantía de los derechos humanos y los mecanismos de participación directa o indirecta a través de los cuales se da la renovación periódica de quienes ejercen el poder que, además, da legitimidad a sus representantes.

México ha pasado por una verdadera transición a lo largo de las últimas cuatro décadas. Los procesos para arribar a la democracia no han sido sencillos y han estado manchados por autoritarismo y violencia en muchos casos. Basta recordar 1968, los años setenta y por supuesto los noventa que cambiaron el país ante la exigencia de la sociedad de transitar a una vida con respeto a libertades y derechos que se garanticen. 

Después de vivir el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional y la muerte de Luis Donaldo Colosio, la vida en el país fue tomando rumbos distintos y las reformas en materia político-electoral marcaron una línea diferente que permitió tener mayor pluralidad en la Cámara de Diputados, el Senado y en todos los niveles de gobierno.

A pesar de esa alternancia que se ha dado en varias entidades –e incluso a nivel federal en la Presidencia de la República en el año 2000 con Acción Nacional, otra en 2012 con el regreso del denominado partido hegemónico PRI y una más en 2018 con el arribo de Morena–, el caso del estado de México no ha vivido una alternancia desde su creación, hace más de noventa años.

El estado de México es una entidad que se creó mediante decreto firmado el 4 de octubre de 1823, instalándose el Primer Congreso Constituyente del estado el 2 de marzo de 1824. Cuenta con una composición pluricultural en sus 125 municipios con tradiciones, orografía y características sumamente distintas, composición igualmente pluriétnica sustentada originalmente en sus pueblos indígenas como son los pueblos Mazahua, Otomí, Náhuatl, Matlazinca y Tlahuica y con una cultura política, dirían algunos, añeja.

Actualmente se desarrolla el proceso electoral del estado de México a la par que el del estado de Coahuila. En tierras mexiquenses nos encontramos en etapa de precampaña, la cual concluye el 31 de mayo, próximos a la jornada electoral que será el día 4 de junio. A menos de un mes de la elección para renovar la gubernatura de la entidad es claro que nos encontramos ante una elección histórica e inédita, en primer lugar, porque es una entidad que nunca ha sido gobernada por una mujer.

En esta ocasión hay dos contendientes que fueron postuladas por dos figuras asociativas que la ley electoral permite a nivel federal y local, como son la candidatura común de “Juntos Hacemos Historia en el Estado de México” –a través de la cual los partidos políticos Morena, Partido del Trabajo y Partido Verde Ecologista de México postulan a Delfina Gómez Álvarez– y la coalición “Va por el Estado de México” –integrada por los partidos PRI, PAN, PRD y el partido local Nueva Alianza– postula a Alejandra Paulina del Moral Vela.

Dos mujeres de dos generaciones distintas con origen distinto de acuerdo a lo que ambas han expresado en diferentes espacios en medios de comunicación y con dos proyectos que están dando a conocer a la ciudadanía en esta etapa de campaña y que también pueden ser consultados a través de la plataforma “Candidatas y Candidatos Conóceles”, en donde ambas candidatas comparten información sobre su grado de estudios, trayectoria profesional y política, historia personal, la razón por la que desean ocupar el cargo de gobernadora y sus propuestas.

Datos relevantes y panorama político actual del estado de México

Aunado a los datos expresados en líneas anteriores, hay que decir que nuestra entidad es la número uno en feminicidios, así como la entidad con el mayor padrón y lista nominal, en comparación con el resto de las entidades el país. El total de habitantes que gobernará la próxima mujer que ocupe el Poder Ejecutivo estatal es de dieciséis millones novecientos noventa y dos mil cuatrocientos dieciocho personas, de las cuales el 51.4 % somos mujeres –entre niñas, adolescentes, jóvenes, mujeres adultas y adultas mayores– y el 48.6 % hombres, también de cero a ochenta y cinco años y más.

Nuestro padrón electoral, de acuerdo con el último corte con fecha al 28 de febrero de esta anualidad, es de 12 730 929 personas. Mientras que la lista nominal de electores es de 12 702 860 (doce millones setecientos dos mil ochocientos sesenta), de los cuales el 52.41 % somos mujeres y el 47.59 % hombres.

Aunado a ello, de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020, hay 2 576 213 personas que se reconocen como afromexicanas, de las cuales 50.4 % (1 297 617) son mujeres y 49.6 % (1 278 596) son hombres. De estas cifras, poco más del 50 % de la población afromexicana se concentra en seis entidades: Guerrero, Veracruz, Oaxaca, Ciudad de México, Jalisco y el Estado de México.¹ Esta última entidad cuenta con 296 264 personas que se consideran afromexicanas, negras o afrodescendientes, lo que representa el 1.74% del total de su población.

En nuestra entidad, los diez municipios con mayor porcentaje de población afrodescendiente son: Tepetlaoxtoc (7.71 %), Chapa de Mota (7.47 %), Isidro Fabela (6.71 %), Malinalco (6.56 %), Almoloya de Alquisiras (5.47 %), Nextlalpan (4.31 %), Joquicingo (3.62 %), San Antonio la Isla (3.39 %), Texcalyacac (3.31 %) y Acambay de Ruiz Castañeda (2.96 %).

Pruebas piloto que se implementan en este proceso electoral 2023

Esta elección se encuentra en la antesala de la elección federal de 2024 en la que se renovará la Presidencia de la República. Bajo ese contexto y de acuerdo con el Instituto Nacional Electoral (INE), el estado de México representa el 13.4 % de la lista nominal nacional, la cual, con corte al 14 de abril, es de 94 644 979 personas.

El estado de México cuenta con la Lista Nominal de Electores en territorio nacional más grande de todo el país. Para dar una idea, comparto en perspectiva algunos datos: su lista nominal es mayor –por 4 989 943 personas–, a la de la Ciudad de México (7 693 720) –la cual ocupa el segundo lugar a nivel nacional en ese rubro– y supera por 462 358 ciudadanos a la suma de las entidades que ocupan el tercer y el cuarto lugar: Jalisco (6 304 548) y Veracruz (5 916 757), respectivamente. Un dato más: supera por 165 122 ciudadanos a la suma de las listas nominales de Campeche (674 641), Nayarit (914 200), Tlaxcala (996 686), Aguascalientes (1 046 029), Zacatecas (1 215 020), Durango (1 336 980), Quintana Roo (1 377 470), Morelos (1 496 893), Yucatán (1 695 486) y Tabasco (1 765 136). 

De acuerdo a nuestro sistema electoral, la organización de la elección se lleva a cabo en coordinación entre el INE y el IEEM con la puesta en marcha de tres pruebas piloto: el voto en prisión preventiva, el voto anticipado y, por segunda ocasión, el voto de los mexiquenses que radican en el extranjero. Además se utilizarán, por primera vez, 164 urnas electrónicas que estarán distribuidas en diferentes distritos electorales.

El voto en prisión preventiva se materializará en veinte centros penitenciarios donde, hasta el día de hoy y con datos compartidos por el INE, manifestaron querer participar 5060 personas que aún no cuentan con una sentencia y que, por lo tanto, tienen a salvo sus derechos político-electorales. Esta prueba piloto representa un gran reto por las implicaciones logísticas, materiales y humanas, ya que las mesas directivas de casilla se instalan en el interior de los centros de reclusión.

El voto anticipado tiene la finalidad de atender a las personas que cuentan con alguna discapacidad, registrándose un total de 110 personas. Se llevará a cabo del 15 al 19 de mayo, lo que significa que es vital trabajar en mayor difusión de este derecho ya que el número de personas que se encuentran con alguna discapacidad sin duda es mayor en la entidad.

Y por último, el voto de los mexiquenses que radican en el extranjero será la segunda ocasión que se ejecute, en esta ocasión, con la implementación de la prueba piloto en los consulados de Los Ángeles, Dallas y Chicago, en Estados Unidos, y Montreal en Canadá –por ser los lugares en donde hay mayor número de matrículas consulares. En 2017 sólo se registraron 365 personas. En este proceso electoral tenemos un registro de 5431 electores, de los cuales 3415 decidieron votar mediante la vía electrónica, 1765 vía postal y 251 de forma presencial.

Todos los actos que se desarrollan en esta elección son materia de la observación electoral por quienes se han registrado y continúen haciéndolo hasta el día 7 de mayo. 

Es muy importante contar con los comentarios de la ciudadanía que se registre como observador(a) electoral de forma individual o a través de alguna asociación. Con sus comentarios se fortalece la integridad electoral, se legitiman los procesos con una visión externa e imparcial que permite también conocer las fallas, los errores y las áreas de oportunidad que deben ser corregidas por el órgano electoral. Además, en una elección como la del estado de México también son un medio a través del cual se pueden expresar los casos de violencia en todos los ámbitos en los que se pueda dar, incluyendo los posibles delitos electorales.