Mal diseño
Dicen que los aeropuertos se diseñan empezando por el cielo. De manera equivalente, las elecciones se diseñan empezando por la tierra. O sea por la casilla. La logística de una elección empieza por disponer lo necesario para que todos los electores ejerzan su derecho, en condiciones que aseguren la libertad y secrecía del voto, y que cada elector ocupe unos pocos minutos en votar. Además, debe garantizarse que los votos sean contados por ciudadanos previamente capacitados para tales efectos. SI hay un mal diseño, la elección saldrá mal.
La llamada “reforma judicial” colocó al INE en la peor situación imaginable. Lo obliga a organizar y llevar a cabo, en cinco meses, un proceso electoral de dimensión nacional, equivalente a una elección federal ordinaria, pero con una complejidad mucho mayor, lo que se explica por el número de cargos a elegir –más de 800-, del número de candidatos por cargo, el número de boletas que cada elector recibirá en la casilla, por las reglas que el elector deberá observar al emitir su voto y por los procedimientos para el escrutinio y cómputo de los votos en la casilla.
La elección judicial fue diseñada con el método de listas cerradas y desbloqueadas. Me explico: por cada tipo de cargo a elegir habrá tres listas de candidatos, una decidida por el Poder Legislativo, otra por el Poder Ejecutivo y una más por el Poder Judicial. Para cada tipo de cargo habrá una boleta electoral. Se elegirán ministros de la Corte (9), integrantes del Tribunal de Disciplina Judicial (5), magistrados electorales de la Sala Superior (2), magistrados electorales de las salas regionales (15), magistrados y jueces federales (840). Cada elector recibirá 5 boletas y con ellas en su mano pasará a la mampara para votar.
En cada boleta el elector encontrará 3 listas de candidatos, separados por género. Se dice que las listas están “cerradas” porque el elector no puede colocar candidatos adicionales. A diferencia de la elección para diputados plurinominales en las que al votar para el diputado de mayoría se vota en el mismo acto por la lista plurinominal completa (por eso se dice que es un sistema de listas “cerradas y bloqueadas”), en el caso de la las listas para cargos judiciales el elector votará en cada boleta (serán 5 boletas) por un máximo de candidatos -mujeres y hombres- y podrá hacerlo seleccionando de cada lista uno o varios, o podrá hacer su selección solo de una de las 3 listas, de forma tal que de la combinación que cada elector decida resultará una lista de candidatos por cada elector. Por eso al sistema se le llama de “listas cerradas y desbloqueadas”.
Veamos el caso de ministros de la Corte. La boleta electoral tendrá 3 listas, con 27 nombres cada una, separados mujeres y hombres. Los candidatos estarán listados en orden alfabético. De entre los 81 nombres cada elector deberá seleccionar y marcar los de 5 mujeres y 4 hombres. Se dice que las listas están “desbloqueadas” porque el elector tiene la libertad de escoger de cada lista a quienes guste, sin exceder el máximo, hasta completar, en este caso, los 9 nombres. Hay duda sobre si bastará que elector ponga una marca en cada nombre seleccionado, o si deberá además especificar el orden de prelación de su voto, poniendo un número al lado de cada uno de los candidatos por los que vota, del 1 al 5 para mujeres y del 1 al 4 para los hombre. Lo anterior debido a que el candidato(a) que obtenga mayor número de votos será presidente de la Corte.
Cada elector (somos casi 100 millones inscritos en el padrón electoral) deberá seguir el procedimiento para votar antes descrito, y deberá hacerlo en cada una de las 5 boletas que le serán entregadas en la casilla. Repito que en cada boleta habrá 3 listas. La boleta con menor número de candidatos será la de magistrados electorales de la Sala Superior, la de mayor número de candidatos será la de jueces y magistrados federales, con un número variable de candidatos por entidad federativa. Para los casos de las que tienen un elevado número de juzgados de distrito y tribunales colegiados (CDMX, México, Jalisco, Nuevo León, Veracruz, Puebla) la boleta electoral respectiva tendrá entre 90 a 300, o más, nombres de candidatos.
En la elección de junio pasado, dependiendo del lugar de residencia del elector, cada uno recibió de 4 a 6 boletas electorales, para marcar un recuadro en cada boleta. No había que revisar listas ni combinar nombres. El elector marca un recuadro en cada boleta y listo. Después dobla cada boleta para introducirla en la urna que le corresponde. En promedio, cada elector permanece entre 3 a 5 minutos adentro de la casilla
El domingo 2 de junio de 2025 cada elector recibirá 5 boletas electorales, con tres listas en cada boleta. Serán 15 listas que tendrá ante sus ojos, con cientos de nombres para marcar por quienes vota para cada cargo judicial. ¿Cuantos minutos tardará cada elector en votar? El diputado Rubén Moreira (PRI) realizó un simulacro de la votación judicial. Quienes lograron realizar el ejercicio completo en las 5 boletas tardaron, cada uno en promedio, más de 40 minutos. Omito entrar en detalles de lo que pasará si el elector se equivoca al marcar y quiere corregir. Tampoco me detengo ahora en lo que pasará con el escrutinio y cómputo de casilla.
El mal diseño de la elección judicial no se resolverá con más presupuesto, ni tampoco posponiendo la jornada comicial de junio a septiembre. Pero si además el INE no tiene el presupuesto solicitado, ni el tiempo suficiente para preparar la elección judicial, las cosas estarán peor. Mi conclusión es que el Congreso de la Unión colocó al INE en un brete mayúsculo.
Dice Perogrullo que lo que no se puede, no se puede. Y además, es imposible. Aunque siempre queda la solución de la tómbola.
Nos encontramos de nuevo el jueves 9 de enero
¡Feliz año nuevo!
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