A lo largo de 1977, al calor de la discusión de la reforma política promovida por el presidente José López Portillo, los dirigentes del Partido Comunista Mexicano (PCM) sostuvieron varias entrevistas con el secretario de Gobernación, Jesús Reyes Heroles. El tema era la forma en que se otorgaría registro legal a nuestro partido, excluido de los ámbitos legal y electoral desde finales de los años 40. A finales de noviembre de 1976 los principales dirigentes del PCM se habían reunido con el presidente electo para una primera conversación sobre la legalización del partido de mayor antigüedad en México. El PCM fue fundado en noviembre de 1919.

Para hacer posible la legalización del PCM, los asesores de Reyes Heroles idearon la figura del registro condicionado al resultado de las elecciones. De esa forma, los comunistas evitaron entregar a la SEGOB sus listas de afiliados; solamente cumplieron con requisitos formales básicos. En 1979 el PCM regresó a la arena electoral y obtuvo 18 diputados que integraron el Grupo Parlamentario Comunista Coalición de Izquierda, del que fui nombrado jefe de asesores en septiembre de aquel año.

El coordinador del Grupo fue Arnoldo Martínez Verdugo, quien era el secretario general del PCM. Junto con Arnoldo integraron la bancada varios de los dirigentes históricos del comunismo mexicano, como Valentín Campa, Ramón Danzós, Othón Salazar, Gilberto Rincón Gallardo, Gerardo Unzueta, así como los dirigentes de 3 agrupaciones de izquierda sin registro, destacando entre ellos Alejandro Gascón Mercado y Carlos Sánchez Cárdenas. A la memoria de todos ellos dedico este texto.

En 1981 el PCM decidió impulsar un proceso de fusión con otras agrupaciones de izquierda a fin de dar vida a un nuevo partido. Las reticencias de Heberto Castillo y el dogmatismo de algunos dirigentes del PCM impidieron que el PMT culminará el proceso, lo que no fue obstáculo para continuar con el proyecto de crear un nuevo partido en la izquierda. En noviembre de 1981 el PCM realizó su XX Congreso, para disolverse. Al día siguiente se realizó la asamblea constitutiva del Partido Socialista Unificado de México (PSUM) que participó en las elecciones presidenciales de 1982 y en las de diputados de 1985. En 1986 se concretó la fusión del PSUM con el PMT, para dar lugar al Partido Mexicano Socialista (PMS) del que fue primer y único secretario general mi siempre recordado amigo Gilberto Rincón Gallardo.

A finales de 1987 el PMS postuló como candidato presidencial a Heberto Castillo. Previo a ese anuncio Heberto había conversado con Cuauhtémoc Cárdenas para proponerle que aceptara ser el candidato presidencial de la izquierda. La propuesta no fue aceptada, Heberto inició en noviembre de ese año su campaña, en tanto que Cárdenas fue postulado candidato presidencial por el PARM y luego por el PFCRN y el PPS, que constituyeron el Frente Democrático Nacional (FDN). 

En mayo de 1988 Heberto Castillo declinó a favor de Cárdenas. El PMS y la Corriente Democrática firmaron un acuerdo de unidad y los votos por Heberto se sumaron a favor de Cuauhtémoc ya que la Comisión Federal Electoral se negó a cambiar las boletas. El 6 de julio de 1988 se cayó el sistema y otra historia dio inicio.

En octubre de 1988 Cárdenas anunció su intención de crear y obtener registro legal para un nuevo partido, que se llamaría Partido de la Revolución Democrática (PRD). Para ese propósito se realizaron asambleas en los 300 distritos electorales de México y un proceso de afiliación a escala nacional. Entre el núcleo dirigente de la Corriente Democrática y el nuestro se mantuvo una constante relación de colaboración. En agosto de 1988 el expresidente del PRI en Tabasco, Andrés Manuel López Obrador, renunció a su partido para ser postulado por el PMS como candidato a gobernador de ese estado. Por petición de Cárdenas me instalé por varias semanas en Villahermosa para apoyar esa campaña. En febrero de 1989 el mismo Cárdenas pidió nuestro apoyo para la realización y verificación de las asambleas distritales del PRD y para armar el expediente de solicitud de su registro legal ante la CFE.

A mediados de abril de 1989, concluidas las asambleas distritales, resultó que no se cumplían los requisitos para obtener el registro legal del nuevo partido. Fue entonces que los dirigentes del PMS decidimos poner el registro legal de nuestro partido al servicio de la creación del PRD. En la Corriente Democrática hubo quienes no estuvieron de acuerdo con aceptar esa propuesta. Entre ellos Porfirio Muñoz Ledo y algunos de sus allegados. Cuauhtémoc Cárdenas zanjó la discusión al aceptar nuestra propuesta.

El 5 de mayo de 1989, en la Sala de Armas de la Magdalena Mixhuca, me correspondió el honor de presidir la Asamblea Fundacional y declarar legalmente constituido al PRD. En la foto publicada al día siguiente en la primera plana de varios diarios, aparezco en el presídium flanqueado por Heberto Castillo y Cuauhtémoc Cárdenas. Días más tarde, el PMS celebró un Congreso Extraordinario en el que se aprobó cambiar los documentos básicos y el nombre del partido, lo que fue notificado de inmediato a la CFE. En noviembre de 1990, en el cine Ópera del DF, el PRD realizó su primer congreso nacional, en el que Cárdenas fue electo, por aclamación, como presidente del partido.

Lo que el PRD se lleva en su derrota es el registro y la historia de uno de los tres partidos históricos del México moderno, el PCM.    

Posdata. Renuncié al PRD en diciembre de 1990. De la foto oficial de la fundación fui borrado. En mi lugar se ve un cable que no conecta nada. Es el cable del micrófono que utilicé en la asamblea del 5 de mayo de 1989. El emblema del sol azteca fue diseñado por Rafael López Castro.

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