Debates
Casi 24 horas después de haberlo visto, de manera íntegra, mi esposa me preguntó cuál era la imagen o frase que se me había quedado grabada del debate entre los 2 candidatos y la candidata a la jefatura de gobierno de la CDMX, realizado el domingo 17 de marzo a las 20 horas, transmitido en vivo por TV abierta y redes sociales.
Un poco de historia:
La primera transmisión por TV de un debate entre dos candidatos presidenciales tuvo lugar el 26 de septiembre de 1960, en EUA. Enfrentó a Richard Nixon vs J.F. Kennedy. Se han escrito decenas de libros y cientos de tesis sobre ese evento
. Hay coincidencia en que el entonces joven senador Kennedy ganó la partida. No tanto por sus dotes oratorias, como por los errores -de imagen, dicción y vestuario- del entonces vicepresidente Nixon, que confiado en su experiencia y edad se preparó mal para un escenario nuevo. Ese evento sigue siendo un caso de estudio en varias universidades.
A partir de los inicios de la década de los 80 he visto un buen número de debates ocurridos en otros lares, y todos los que, de 1994 en adelante, han tenido lugar en México entre candidatos presidenciales.
Me impactó el celebrado en abril de 1988 entre Francois Miterrand y Jacques Chirac, en el que, con astucia e ingenio, el presidente francés hizo ver mal a su rival. En un momento memorable, Chirac reclamó airado a Miterrand que se refiriese a él como “primer ministro”. “En este momento ni usted es el presidente, ni yo el primer ministro”, le reclamó airado. La respuesta que recibió fue “estoy de acuerdo con usted, señor primer ministro”.
Del primer debate entre candidatos presidenciales en México (mayo de 1994) los que algún recuerdo conserven quizá coincidirán conmigo en que lo memorable fue el inesperado y duro embate inicial de Diego Fernández de Cevallos (PAN) en contra de Cuauhtémoc Cárdenas (PRD), y el ingenioso revire que el propio Diego propinó a Ernesto Zedillo (PRI). El candidato panista fue considerado ganador indiscutible de ese primer y único encuentro entre los 3. Al igual que 6 años más tarde Vicente Fox fue considerado el triunfador en el primero de dos debates, no por sus capacidades intelectuales sino por el error que su jefe de campaña hizo cometer al abanderado del PRI, Francisco Labastida.
También en el año 2000, en el debate entre candidatos a la jefatura de gobierno del DF, Tere Vale, candidata del recién registrado Partido Democracia Social, hizo ver mal al candidato perredista, Andrés Manuel López Obrador, al que de manera sardónica le señaló: “Usted habla con errores de ortografía”.
Sonidos e imágenes determinan la impresión que cada candidato provoca en los televidentes; ignoro si sea lo mismo entre quienes lo miren en sus celulares, o en una laptop. Supongo que una imagen pequeña no permite el mismo impacto visual. Pero no lo sé de cierto.
Sin embargo, tengo para mí que el entallado vestido blanco, con pronunciado escote, de la edecán Julia Orayen, aparecida de improviso en el arranque del debate presidencial de 2012, no se hubiese visto igual en mi celular que como la vimos esa noche en la TV las amigas y amigos que al unísono exclamamos ¡y esa señora qué demonios hace ahí! Nadie recuerda una frase de lo que dijeron los debatientes. La señora Orayen fue la memorable esa noche.
En 2018 el tabasqueño tres veces candidato presidencial por fin vio la suya en un debate, al hacer ver mal a su adversario panista, Ricardo Anaya que, confiado en sus pretendidas dotes oratorias, buscó una escena memorable acercándosele retador. López Obrador le dijo, con cara de burla, que se alejaba para cuidar la cartera. Así, quedo noqueado a quien apodaban “el joven maravilla”.
Paso a dar respuesta a la pregunta inicial.
Del debate del domingo 17 de marzo me queda una imagen: Clara Brugada mostrando una portada del diario Reforma, al que su mentor y líder califica de “pasquín inmundo”, para atacar a Santiago Taboada. Esa fue para mí la imagen memorable. Las palomitas de Salomón fueron un buen detalle. Solo que, para su infortunio, la elección en que compite no es para secretario de Salud, o de Economía, de la CDMX.
En 1988 platicando sobre el contenido de los programas de TV de Heberto Castillo (PMS), nuestro candidato presidencial hasta mayo de ese año, mi siempre recordado amigo Froylán López Narváez me dijo: “la TV es para entretener. Si quieres que alguien se interese en ver sus programas –duraban 15 minutos-, dales algo entretenido”. Creo que Froy sigue teniendo razón.
Sígueme en www.vozyvoto.com.mx