La coloquial expresión “patear el balón” hace referencia a conductas o decisiones por las cuales quien debe atender y resolver un tema, lo manda a otra instancia para evadir su responsabilidad.

Cada que escucho a consejeros del INE decir que a ellos no corresponde resolver sobre la legalidad de hechos que les son denunciados, sino que eso corresponde a los magistrados del Tribunal Electoral, pienso: “están pateando el balón”. La conducta no es nueva, pero ahora es cada día más frecuente, afectando de manera negativa la confianza y certeza del INE ante la opinión pública.

Un breve apuntamiento de orden constitucional. La “legalidad” es uno de los principios rectores de la función electoral, confiada al INE por el artículo 41, Apartado A, de nuestra Carta Magna. Cada decisión, cada acuerdo, cada lineamiento, que el INE aprueba, sea en su Consejo General, en sus comisiones o por la Junta General Ejecutiva, está sujeto al principio de legalidad. No es el TEPJF el que determina, en primera instancia, la legalidad de lo actuado en materia electoral, eso debe ser garantizado por el INE. Si alguien considera que este último no se apega a la legalidad en sus decisiones, acude ante el Tribunal. No al revés.

Ayer miércoles vimos, en vivo y directo, las negativas consecuencias que tiene para el sistema electoral en general, y en particular para la confianza en las autoridades electorales nacionales, la práctica de patear el bote. La Sala Superior del TEPJF, con la asistencia de 4 de los 7 magistrados, resolvió dar luz verde al adelantado proceso para seleccionar al candidato(a) presidencial del Frente Amplio, mediante subterfugios que no por pueriles son menos criticables.

Como había ocurrido semanas atrás en un primer litigio jurisdiccional, ayer fue rechazado el proyecto de sentencia presentado por la magistrada Janine Otálora, que propuso suspender de plano la precampaña adelantada del Frente Amplio (PAN, PRI y PRD). La votación fue de 3 a 1, y aunque el proyecto de la magistrada Otálora quedó rechazado, en la ejecutoria se ordena al INE expedir, en un plazo de cinco días naturales, lineamientos para la propaganda de esos aspirantes a la candidatura presidencial y la fiscalización de sus gastos de precampaña adelantada. En pocas palabras, se ordena al INE regular lo que la ley prohíbe. Así está la justicia electoral.

En la sesión pública se dio luz verde al Frente Amplio para proseguir con las etapas del proceso para seleccionar a su candidato(a) presidencial, que culminará el 3 de septiembre; quedó en espera resolver, en una sesión privada, los litigios en relación a las medidas cautelares dictadas por el INE para la precampaña presidencial adelantada de Morena y sus corcholatas. Supongo que le ordenarán al INE emitir un reglamento de espectaculares ilegales.

Las sentencias son definitivas e inatacables, por lo que no existe instancia alguna a la que se pueda recurrir. La violación flagrante de la ley por los partidos de las dos alianzas electorales, ha sido validada por la instancia final del sistema electoral mexicano. En palabras de uno de los magistrados de la Sala Superior (cito de memoria) como la realidad superó a la ley, hay que dejar de lado la ley. La idea no es original, se repite con frecuencia en los salones y pasillos del Palacio Nacional

Hay que decir, parafraseando a Sor Juana, que la causa de lo causado es el cambio que se ha producido en el INE respecto del cumplimiento de sus tareas y obligaciones como garante de la legalidad electoral. Ese cambio ha tenido un impacto directo y grave en las decisiones de la Comisión de Quejas y Denuncias del INE, integrada por 3 consejeros electorales, de los cuales dos han estado avalando, de manera sistemática, la violación de la Constitución, primero por parte de Morena y luego, siguiendo ese camino, por los partidos del Frente Amplio.

Al validar primero la violación de Morena a las normas legales y plazos de precampaña, disfrazando esa decisión con medidas cautelares que han sido burladas cada día, la Comisión de Quejas y Denuncias abrió las puertas a las mismas conductas por otros partidos, como ocurre en el caso de los que formaron el Frente Amplio. Ayer, la Sala Superior dio luz verde a lo resuelto por esa Comisión del INE.

El balón regresa al INE, que pronto lo volverá a patear al terreno del Tribunal.