Patético
La insaculación -tómbola- es el último recurso, la salida de emergencia, que en la reforma electoral de 2014 se llevó a la Constitución a fin de impedir que la falta de acuerdo entre los grupos parlamentarios en la Cámara de Diputados impidiera la renovación del Consejo General de INE, como ocurrió al concluir el periodo de Leonardo Valdés, consejero presidente del entonces IFE.
Sin embargo, lo que ocurrió en San Lázaro fue, por decirlo suavemente, patético.
Con la complacencia opositora, disfrazada de abstención de unos y fingida oposición de otro, Morena se apropió de los tres lugares que la JUCOPO nombró para el Comité Técnico de Evaluación (CTE); sumados a los dos que la presidenta de la CNDH le entregó, el partido del gobierno dispuso, desde el inicio del proceso de renovación del INE, de 5 de 7 lugares en ese Comité. El resultado era de esperar, como finalmente ocurrió en la integración de las cuatro quintetas. Si no fue peor, se debe a la imparcialidad y tenacidad del Dr. Sergio López Ayllón.
Entregadas a la JUCOPO las 4 quintetas, de manera unilateral Morena impuso que la tómbola fuera definida como primer y único método para designar a la consejera presidenta y a los tres nuevos consejeros. La instrucción de negarse al diálogo e imponer la tómbola llegó, de manera abierta y sin tapujos, desde la conferencia mañanera. La voz del amo fue acatada dócilmente. El inquilino de Bucareli aprovechó las fobias presidenciales y apostó con fichas propias. No le fue mal.
Si lo patético se pudiera medir, el galardón corresponde al PAN, a su presidente nacional y a su coordinador parlamentario. Cómplices pasivos del asalto al CTE, al final se envolvieron en la bandera de una supuesta pureza, que resultó en el mayor beneficio para el gobierno y su partido. Los panistas amenazaron con romper la alianza electoral si el PRI o el PRD aceptaban dialogar para construir un acuerdo y enviar al pleno una propuesta, como establece la Constitución (artículo 41).
El patético final fue ver a las diputadas secretarias y el diputado presidente de la Mesa Directiva, en el papel de gritones de la lotería. En su segunda aplicación, para la presidencia del INE, el método diseñado en 2014 resultó fallido.
Es falso que la tómbola sea un método “democrático”. Es un recurso de última instancia, para incluso presionar a favor del diálogo y el acuerdo. Igual de falso es que de esa manera se evita la “componenda” entre partidos. Quienes en toda negociación ven pecaminosa transa, son los voceros de la anti política. Son quienes del grito, sombrerazo y diatriba hacen práctica parlamentaria. Festejar la incapacidad para el diálogo, instrumento central de la política, es lo más patético de todo este proceso de renovación del INE.
Quienes resultaron favorecidos por la diosa Tyché no pueden ser criticados por la forma en como llegan al cargo. Su designación tiene el respaldo de la norma constitucional y será su desempeño lo que permita comprobar y evaluar sus aptitudes para cumplir las tareas que la Constitución y la ley les encomiendan. La independencia y autonomía en sus actividades y decisiones serán el criterio de verdad para evaluarlos.
A la consejera presidenta, Guadalupe Taddei Zavala cabe desear éxito en su desempeño al frente del INE. Los retos que de inmediato enfrenta son mayúsculos, empezando por el dilema que impone la inédita condición de operar con un marco legal revivido por la decisión del ministro Javier Laynez de poner en suspensión la totalidad de la reforma electoral, conocida como Plan B.
El nombramiento de un encargado de despacho de la secretaría ejecutiva, que dejó vacante la renuncia de Edmundo Jacobo, así como de encargados de las direcciones ejecutivas vacantes, permitirá transitar en las semanas siguientes con relativa normalidad.
Lo prudente será esperar a que la Corte emita su sentencia de fondo sobre el Plan B, para luego proceder a los nombramientos de los funcionarios de dirección ejecutiva del INE.
Para Guadalupe Taddei, Rita Bell López, Jorge Montaño y Arturo Castillo, mis mejores deseos por el éxito en su desempeño.